Y vivieron felices…
Laëtitia Bourget
El amor, como los mejores vinos, tiene nuevos sabores conforme pasa el tiempo.
Los cuentos suelen terminar con “se casaron y vivieron felices para siempre”. Este comienza justo en ese momento. Este relato empieza donde los demás finalizan: El príncipe y la princesa se casan. Tienen un hijo, luego otro. Ahora deben enfrentar la vida, lo cotidiano. Empieza una aventura permanente, la aventura más grande que hayan vivido nunca.